Hoy os traigo un apartamento de estilo escandinavo que a simple vista puede parecer grande, pero tiene truco. Si lo estudiamos detenidamente nos damos cuenta enseguida de que se trata de un minipiso en toda regla.
La distribución que tiene es curiosa: la cocina es independiente del resto de la casa, y las dos estancias que conviven son el dormitorio y la sala de estar. La cocina, además, no es que sea pequeña, tiene un tamaño incluso grande si la comparamos con el total del apartamento. Suponemos entonces que sus dueños son de ésos que hacen vida en ella, cosa que me encanta.
A la hora de relajarse no hay muchas opciones: sofá o cama, juntos y revueltos. Pero esto tampoco supone un gran problema si tenemos en cuenta las dos enormes ventanas, los techos altos, la amplitud que aporta el blanco, la chimenea... Es una estancia tan acogedora y bien distribuida que podría hacernos olvidar la falta de intimidad a la hora de, por ejemplo, traer invitados a casa.
Mención aparte merece la impecable decoración con un montón de elementos muy de moda, como los kilim, las bombillas colgando del cable, el uso del amarillo, las maletas vintage a modo de mesa de centro o los estampados ikat.
Sin más os dejo con las fotografías para que juzguéis vosotros mismos.
A pesar de que me parece un apartamento ideal, yo hubiera unido cocina y salón y habría dejado el dormitorio aparte.
Y a vosotros, ¿os convence que el salón y el dormitorio estén juntos?
Me encanta como usan las velas para dar calor y personalidad al piso.
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